Artículo: PREVENCIÓN DEL SOBORNO Y MODELOS QUE BENEFICIAN ESTA ESTRATEGIA
El soborno es definido por la OCDE como toda práctica mediante la cual se ofrece, entrega o promete, así como cuando se solicita o recibe cualquier tipo de beneficio para que una persona cumpla o deje de cumplir sus obligaciones y de esta manera beneficiar ilegalmente, o no éticamente, a un tercero.
Históricamente, los estrategas de múltiples disciplinas, coinciden en que cuando un problema tiene una gran magnitud o reviste una alta complejidad, la mejor manera de resolverlo es a través de la fragmentación o mediante el cierre de las puertas que permiten el ingreso del alimento o recursos que le permiten subsistir. La corrupción, entendida como las actuaciones de las personas que hacen uso de su poder o posición para beneficiarse a sí mismos o a otros en una condición de ilegalidad, es quizá uno de esos problemas globales de gran magnitud e inmensa complejidad. La corrupción le resta a la capacidad de acción de los beneficios públicos mientras enriquece desproporcionada a un pequeño grupo de personas, haciendo que los fenómenos de exclusión social (un concepto más amplio que la “pobreza”) se incrementen en todo el planeta.
Los estudios globales sobre la corrupción logran identificar dos grandes puertas, una de ellas es la intención premeditada o acción dolosa, de quien planifica y ejecuta acciones de favorecimiento ilegal a través de la ventaja que le brinda su posición; y la otra se trata de la incitación de un tercero, quien no tiene la posición apropiada para lograr su cometido y hace su cómplice a alguien quien si tiene la posibilidad de hacerlo. Este último caso es el Soborno.
Prestigiosas organizaciones globales, entre las cuales se pueden mencionar al Banco Mundial, la OCDE, Transparencia Internacional, la Cámara de Comercio Internacional, la Organización de las Naciones Unidas y varios gobiernos y entidades, concluyeron que prevenir, detectar y enfrentar al soborno es una acción estratégica frente a la corrupción al tratarse de una acción de abordar una fracción del problema y de cerrar las puertas de abastecimiento al mismo.
Una de las iniciativas globales de mayor potencia es la norma ISO 37001, la cual fue diseñada con el propósito de lucha contra el soborno. Con respecto a la puerta de la acción dolosa, se han desarrollado otras herramientas tendientes a mejorar el Compliance de las organizaciones, a través de normas como la ISO 19600 y la ISO 37301 que incluyen elementos globales del compliance corporativo, o también iniciativas locales como la norma española UNE 19601 para la gestión del compliance penal.
En la mayoría de los países del mundo, según las encuestas del Banco Mundial, el soborno es percibido por los empresarios como un grave problema que pone en riesgo el desarrollo; sin embargo, un amplio porcentaje de empresarios igualmente manifiestan que hacen uso de las acciones de soborno para la consecución de negocios y para la agilidad de ciertos trámites, lo cual claramente muestra que la altura de la barrera ética es lo suficientemente baja para entender que estamos frente a un gran reto en las acciones de lucha contra el soborno.
Los análisis sociológicos del soborno inducen a entender que quien ofrece un soborno tiene un bajo umbral ético; pero quien recibe el soborno tiene una clara percepción de dos aspectos: Bajo compromiso hacia su organización y baja retribución por su trabajo.
En este orden de ideas, la mayor eficacia en prevenir, detectar y enfrentar el soborno se logra mediante una serie de acciones de fortalecimiento de la cultura ética y en un mejoramiento del compromiso del personal hacia su organización y el mejoramiento de la retribución.
Con respecto al mejoramiento del compromiso y una mejor retribución a los colaboradores de las empresas, la Fundación Másfamilia de España, desarrolló un modelo de gestión de la conciliación denominado “efr” con cuatro normas certificables denominadas efr 1000-1, efr 1000-2, efr 1000-5 y efr 3000-1, las cuales abordan la Conciliación como todas las prácticas empresariales donde se mejora la competitividad a través de acciones concertadas que favorecen las opciones de desarrollo de las personas, llegando a obtener beneficios reales en términos de mejora de la reputación, un enfoque real de Responsabilidad social, un alto nivel de eficiencia retributiva, mejora del compromiso del personal, apoyo a la diversidad y mejora sustancial en la salud de las personas de la organización.
El Banco Mundial afirma que anualmente en el planeta los sobornos transados llegan a una cifra de 1 trillón de dólares, lo cual distorsiona los mercados, resta en gobernanza, deteriora el compromiso del personal de las organizaciones y reduce la confianza, lo cual se traduce en más pobreza, menos desarrollo, menos salud y en general en una pérdida social de incalculables perjuicios globales. El reto está en prevenir, detectar y enfrentar el soborno, para que el resultado de la estrategia sea una mejora global en pro del desarrollo deseado, logrando ser parte del logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible mediante el uso de modelos de gestión de alto valor como los mencionados en este artículo.
Autor: Alberto Guevara Valencia – alberto.guevara@cmdcertification.com.co
